El concepto parte de la premisa de que un liderazgo efectivo requiere de varios ingredientes, no es solo un equipo con disposición o una cantidad de recursos, sino también una disposición humana del líder de empatizar y construir con el otro. Liderar es como cocinar para los que amas, no solo se prepara algo desde el ego del cocinero, sino que se está pensando en el comensal, en sus preferencias, necesidades y cómo satisfacerlo. De otro lado, cuando estamos en cocina el equipo de trabajo será el que hace brillar al chef, si todos están comprometidos, entrenados y a gusto con su chef, seguro harán un trabajo superior, facilitando así alcanzar las metas que él les proponga.